Los jóvenes, al practicar un
deporte, pueden lograr algo más que trofeos y medallas. Pueden llegar a ser campeones de sus propias vidas y marcar goles a favor del desarrollo. En el orden personal, puede ayudar a fortalecer la autoestima y fomentar el trabajo en equipo. En el orden comunitario, puede facilitar la resolución de conflictos, prevenir la violencia y propiciar la inclusión social.
El deporte es una oportunidad para que los jóvenes tengan un mejor futuro. El practicar un
deporte regularmente es bueno para la salud y si los niños lo realizan en las tardes o después de la escuela, evita que estén desocupados y que busquen diversión en las calles, donde lo más probable es que lleguen a meterse en alguna clase de adicción.
El deportetambién ayuda a la formación del carácter y a prevenir hábitos que puedan perjudicar a la persona.
El deporte es algo esencial que toda persona debería practicar para llevar una vida mejor. Hay muchas formas de hacer
deporte, así que si a alguien no le gusta la natación, se puede ir al fútbol u a otro de su preferencia.
La práctica de cualquier
deporte con constancia ayuda a que los adolescentes aprendan la importancia de la disciplina, la constancia y el esfuerzo. Fomenta igualmente la competitividad, que si se desarrolla con moderación puede ser muy beneficiosa en su vida. Los adolescentes aprenden a disfrutar de las victorias y a hacerse fuertes con las derrotas.
Está comprobado que el ejercicio físico practicado con regularidad ayuda a prevenir importantes enfermedades como la obesidad, la osteoporosis o los trastornos cardíacos. Mediante
el deporte los jóvenes aprenden la importancia de contar con los demás, lo que desarrolla su sociabilidad; entienden la importancia de respetar la autoridad; la necesidad de seguir las reglas y la trascendencia de respetar a los rivales.